El otro día se celebraron unas jornadas de SEDISA (Sociedad Española de Directivos de la Salud) tituladas “Como introducir un producto hospitalario hoy” en la que participaron entre otros un farmacéutico de hospital, varios gerentes de hospital y de la industria farmacéutica. En esta se habló de “confiar en la figura del jefe de servicio como solicitador de nuevos fármacos, acelerar el proceso de aceptación en el hospital e innovar mediante nuevos tipos de contratos y buscar nuevos nichos de mercado en enfermedades raras”, también se habló de “contratos de riesgo compartido como opción de futuro en la adquisición de nuevos medicamentos” y de lo que se avecina con la crisis “recortes en el catálogo, limitaciones a la prescripción… “
Al hilo de la noticia solo recordar:
- que las encargadas de evaluar e introducir los medicamentos en el hospital son la Comisiones de Farmacia y Terapéutica. Que estas son solo asesoras de la dirección médica y que si esta no se implica en la toma de decisiones “valientes” todo el esfuerzo será inútil.
- que los médicos solicitantes de nuevos medicamentos hospitalarios, incluidos jefes de servicios, deben tener la responsabilidad de pedir principios activos realmente innovadores con el fin de no entorpecer las comisiones. Ya he escuchado más de una vez, “lo pido por cumplir con el laboratorio...”, les da incluso igual el resultado.
- que se debe considerar, y no se suele hacer, que todas las decisiones tomadas en el hospital tienen su impacto en atención primaria.
- que los medicamentos que se evalúan en los hospitales son, en su gran mayoría, de un coste muy elevado y que es imprescindible definir muy bien el target de los mismos.
- que el área de mayor coste actualmente en los hospitales es el área de la farmacología onco-hematológica y que la decisión de estos tratamientos, exigen cada vez más, decisiones de tipo ético. Cuestiones del tipo: ¿valen tres meses más de vida de un paciente oncológico, 40.000 euros, que estamos quitando de invertir en otra patologías con mejor pronóstico?, son dilemas más allá de lo estrictamente sanitario y que alguien en algún momento dado, y en una sanidad de recursos limitados, tendrá que gestionar de algún modo.