Resulta cansado…
Explicar una y otra vez la importancia del servicio y las consecuencias de no tener cubierto el mismo adecuadamente.
Tener que romper muros a cada paso.
Estar pendiente de que se le ilumine la bombilla al gestor de turno.
Tener que amenazar en cada negociación.
Escuchar una y otra vez que no hay un puto duro (para lo que se quiere si lo hay).
Parecer un mendigo en despachos ajenos.
Cargar el rifle desde por la mañana temprano.
Pasar gran parte de tu tiempo haciendo escritos “para arriba y para abajo”.
Nadar entre vacíos, nervios y egoísmos.
Caminar sobre el filo de navajas que se tiñeron de sangre mas de una vez.
Sufrir que los cambios políticos ralentizan todo.
Sentir por enésima vez si estar ahí, en primera línea de batalla, realmente merece la pena.
…realmente, a veces, resulta cansado.
Y es que como dice Bukowski, escribir sobre las cosas me ha permitido soportarlas, y en eso estamos…