miércoles, 27 de junio de 2018

En el caso de los medicamentos "tranquilidad, no consuman lo que escuchan..."

El otro día en consulta uno de nuestros pacientes que venía a recoger medicación para la esclerosis múltiple me hizo una pregunta sobre una noticia que había visto en la televisión (en concreto antena 3) sobre la cladribina, uno de los últimos fármacos comercializados para esta patología.

Este tipo de preguntas no es nuevo, viene acompañado de un sentimiento esperanzador que creo que es positivo y de otro podríamos denominar negativo de precipitación o angustia que se traduce en quiero acceder al fármaco ya, el mío no me resulta efectivo.

Intenté explicarle lo mejor que pude la situación siempre desde un punto de vista tranquilizador, el clásico ejemplo de no gastar “munición farmacológica” antes de tiempo y de dar los pasos poco a poco y de manera ordenada. El paciente resolvió algunas de sus dudas y salió de la consulta con una visión mas real de la situación.

Como no había visto la noticia en el telediario me dio por buscarla y contrastar la información. El título de la noticia ya da para un comentario de texto “Ya a la venta un fármaco que consigue “normalizar” durante cuatro años el día a día de los pacientes de esclerosis múltiple”

Pero me centraré en algunos temas más técnicos. El fármaco solo está aprobado para esclerosis múltiple recurrente muy activa clínicamente. Por su puesto, no cura la enfermedad, lamentablemente todavía no se ha conseguido ese objetivo. Su efectividad se basa en el posible control de los brotes. Evidentemente no está exento de efectos adversos, procesos infecciosos, alteraciones hematológicas o incluso la aparición de neoplasias malignas pueden ser algunos de ellos. Y por último uno de sus puntos fuertes y en lo que basan la “normalización” del día a día del paciente es por su forma de administración que apenas dura unas semanas y se habla de hasta cuatro años sin tener tratamiento. Sin embargo ya hay otras alternativas que presentan una posología similar que permite “vacaciones terapéuticas” durante un largo periodo de tiempo y en espera de datos en vida real, los ensayos nos dicen que del 20-30% de pacientes necesitan retratarse antes de esos 4 años.

En definitiva no estoy en contra de noticias sobre novedades terapéuticas en medios de comunicación masivos, siempre que sean rigurosas, presenten el lado positivo y negativo, así como moderen las expectativas creadas, algo que solemos hacer los que nos movemos en el mundo del medicamento.

Al paciente gracias por “dudar” y preguntar. Y acabo con estas palabras que a más de uno le sonarán "tranquilidad, no consuman lo que escuchan..."

miércoles, 20 de junio de 2018

Hospitales pequeños y grandes

Hoy he formado parte de un tribunal para acceder a una interinidad de mi especialidad en un hospital de 100 camas. Las preguntas, bastante abiertas, versaban sobre tratamientos biológicos en algunas patologías. Sin duda, el tema de los anticuerpos monoclonales se han convertido en el top de la farmacología hospitalaria.

La mayoría de “aspirantes” han sido jóvenes, algunos recién terminada la residencia, como era de esperar. Parece que volvemos a tener algo de oxígeno con las ofertas de empleo y la mayoría de compañeros de algún u otro modo están trabajando.

Mi sorpresa ha sido cuando a un par de personas al finalizar la entrevista, quizás de las más jóvenes, al parecer asombradas por la complejidad de las preguntas hacían un comentario que venía a decir que no se esperaban unas preguntas tan técnicas para el hospital al que accedían (de 100 camas).

Esta circunstancia me ha dado que pensar, todos solemos hacer la residencia en hospitales mas o menos grandes, estamos acostumbrados a tener servicios de referencia y a grandes consultores a quien acudir, pero en la mayoría de los casos esto no es la vida real. Si eres de los que piensas que por acceder a un hospital pequeño todo es mas fácil, te diré que justamente es al contrario. En un hospital pequeño sueles estar solo, tratar multidisciplinarmente todas las áreas y requiere el máximo conocimiento y gestión por tu parte.

Jóvenes compañeros que accedéis a entrevistas en diferentes hospitales, recordad que no hay hospitales “grandes” y hospitales “pequeños”, hay personas “grandes” y personas “pequeñas”. Intentad estar siempre, con vuestro conocimiento, esfuerzo e ilusión en el lado de las personas “grandes” independiente del hospital donde estéis, si no es que no habéis entendido nada de la profesión en cuatro años de especialidad.

martes, 12 de junio de 2018

Efectos de la comunicación empática y positiva en la salud

Una revisión sistemática y meta-análisis publicado recientemente sobre veintiocho ensayos ratifica lo que ya intuíamos; comunicar con empatía y positividad mejora los resultados en salud de los pacientes.

Los estudios demostraron que los médicos que usan lenguaje positivo reducen el dolor del paciente de manera similar a algunos medicamentos. Otros beneficios demostrados con la utilización de comunicación empática y mensajes positivos fue mejoría en los síntomas relacionados con la enfermedad de Parkinson, aumento de la capacidad pulmonar en pacientes con asma, incluso reduciendo la cantidad de medicamentos utilizados, reducción del dolor, disminución de la estancia hospitalaria y aumento de la satisfacción del paciente y la calidad de vida.

La forma en que un mensaje positivo parece ayudar tiene su explicación biológica a través de la generación de endorfinas. Así que si eres profesional sanitario agregar una dosis de empatía probablemente potencie el efecto de los medicamentos sin añadir ningún efecto adverso. Para algunos pacientes seguramente esta dosis de empatía es lo único que necesiten.

Empecemos…

domingo, 10 de junio de 2018

Batas blancas para la oveja negra

El mes de mayo fue el mes de la seguridad. La primera semana celebrábamos en el hospital, un año mas, el día de higiene de manos, método sencillo, barato y que evita múltiples infecciones en los pacientes. Asistimos a múltiples charlas referidas a la seguridad en procesos, técnicas, medicamentos, infecciones, pacientes…

Sin embargo siempre me llama la atención la escasa, prácticamente nula, atención de los profesionales sanitarios con la indumentaria y su mas que demostrada transmisión de infecciones nosocomiales en los pacientes. Es algo que casi nunca se nombra. Hace ya mas de diez años que en Reino Unido se prohibió el uso de batas blancas “tradicionales” por su mas que demostrada transmisión de gérmenes sobre todo en las mangas y empuñaduras, sustituyéndolas por indumentaria de manga corta.

Es verdad que el lavado de manos es la base y seguramente el uso inadecuado del mismo es el que mas va a contaminar la misma ropa, pero no estaría de más recordar en estas sesiones que:

Se renueve y lave la indumentaria hospitalaria frecuentemente.

Que no se saque la ropa del hospital, no se lleve a casa a lavar…en este sentido se ve de todo, personal que vive muy cerca del hospital y va y viene con el pijama hospitalario, incluso alguno en algún bar cercano al hospital con la bata encima.

No acudir a la cafetería con ropa de quirófano y otro sin fin de recomendaciones que aunque parezcan obvias no se llevan a cabo y podrían evitar alguna que otra infección nosocomial.

Las infecciones se han convertido en la mas temida oveja negra del hospital, cualquier precaución es poca, promovamos la cultura de la “bata blanca”.
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