Hoy en consulta, Isabel, una paciente de esclerosis múltiple me hablaba de que se iba con FELEM (Federación española para la lucha contra la Esclerosis Múltiple) de "congreso" a Barcelona el 6 de octubre.
Estaba tremendamente contenta, le esperaban charlas informativas sobre avances terapéuticos, me hablaba de un medicamento que regeneraba la mielina y tenia la esperanza de participar en el ensayo clínico. Se trata de la jornada “Living with MS day” destinada a pacientes y familiares. Isabel me comentó que asistiría el mismísimo Stephen Hawking. He estado viendo el programa de las jornadas y no he visto dicha participación, pero si lo dice ella…Al mostrar mi admiración por el astrofísico, me decía medio en broma, medio en serio, “le intentaré traer un autógrafo doctor”.
Independientemente del tema anecdótico, el evento cuenta con la participación de neurólogos muy prestigiosos a nivel europeo y es un ejemplo más de cómo está evolucionando la relación paciente-profesional. Recordé una noticia leída hace unos días sobre una Escuela Europea para formar a los pacientes en innovación terapéutica liderada por el Foro europeo de pacientes y que tiene como uno de sus objetivos crear pacientes expertos y pensé que a Isabel seguro que le interesaría.
El empoderamiento de los pacientes no es un cliché de moda, es una realidad que da pasos agigantados. Y a mi me gusta, porque veo a Isabel feliz, esperanzada y comprometida con su enfermedad y su tratamiento. Y como Isabel, muchos otros. Ahora nos queda a nosotros, los profesionales, estar a la altura y cambiar esa relación tan paternal y dominante que siempre nos ha gustado ejercer sobre los pacientes.
No queda otra.