Hace ya bastantes años que leo el blog de Jay Parkinson. Jay es un médico de atención primaria de Nueva York, coetáneo, con cierto aire hipster y cara de chaval majete que todos querríamos tener como colega. Pero Jay por lo que destaca es por su inquietud e incursión en el mundo digital y creación de aplicaciones móviles y plataformas destinadas a mejorar la atención sanitaria desde hace tiempo. En 2012 creó SHERPAA, lo que podríamos definir como una plataforma de acceso a multitud de médicos que pueden dar solución a distancia a gran parte de nuestros problemas sanitarios más básicos. SHERPAA se define como una plataforma de atención primaria virtual, su lema “Modern care from great doctors”.
Jay lleva tiempo hablándonos de las bondades de su criatura (SHERPAA) y que son fáciles de adivinar, atención sanitaria instantánea a golpe de móvil allí donde estés, médicos “personalizados” y que conocen perfectamente tu historial, resultados a golpe de click, accesibilidad, comodidad y, en definitiva, calidad de vida.
Pero Jay nos habla también de algo muy importante en este nuevo tipo de asistencia sanitaria y es de eficiencia y ahorro. Crucial en Norteamérica para el paciente que es quien directamente paga su asistencia sanitaria. (Aquí como parece que la sanidad es gratis y no la paga nadie…). Jay lleva tiempo diciendo a los pacientes que el 80% de los problemas sanitarios que demandan (nada más y nada menos) se pueden solucionar online con una visita virtual pagando bastante menos que por acudir físicamente a la consulta de un médico. Y es que cuando hablamos de dinero el tema debe cuadrar y ya llevamos unos años donde las compañías sanitarias privadas como Sanitas o Asisa empiezan a meterse en este mundo de la atención primaria virtual.
A nivel público tenemos algunas experiencia en telemedicina de consultas de especialista y centros de salud pero¿ para cuando una atención primaria virtual?. Los abarrotados centros de salud lo iban a agradecer y muchos pacientes también. Al fin y al cabo a nadie le gusta estar horas y horas esperando en una sala de espera donde el de un lado está tosiendo y el del otro está dando golpes constantemente a la silla, fruto de la impaciencia que genera la espera.
Mientras tanto seguiré leyendo al “visionario” de Jay, aunque tengo que reconocer que me gustaba mucho más al principio, ahora lleva ya años donde la mayoría de posts están dedicados a hablar de “su libro”, por otro lado normal.