La
frase "Lo
importante es el viaje, no el destino" tiene
sus raíces en el poema de Kavafis Viaje hacia Ítaca. Es una frase que siempre me gustó, algunos de los
libros que más me han marcado beben de
este lema, por ejemplo “Siddartha” de Hermann Hesse u “On the road” de Kerouac.
Todos
los que han llegado alguna vez a un objetivo con demasiada rapidez, se han dado cuenta que no sirve de nada, que hay que plantearse
otro y que con lo que se disfruta o aprende es con el
viaje. Es una frase a la que quizás se le saque más jugo conforme
pasan los años. Y es que cuanto más pasa el tiempo, más me gustan
los objetivos inciertos, los futuros volátiles, cambiar de ruta,
perder el mapa...
En
definitiva, seguir viajando...
Nota:
En el verano de 2010 inicié en el blog una serie de “reflexiones para tardes de verano”, siete frases o ideas que representaban mi
sentir en esos días, esta sería la octava.
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