Para los neófitos del tema ¿qué es Black Mirror?. Una de las series de ficción que mas está pegando últimamente y que va ya por su tercera temporada. El término hace referencia simplemente a esa pantalla de nuestros móviles, ordenadores o televisiones de las que vivimos enganchados hace tiempo. Es una paleta de magníficos episodios inconexos con un tema común, la tecnología en nuestras vidas y como vamos abocados a un mundo virtual, individualista, superficial y falto de emociones. Es verdad que la serie nos presenta un futuro pesimista y desolador, muchas veces casi sátiro, pero lo mas importante es que te hace reflexionar sobre las grandes amenazas de digitalizar todo, hasta las relaciones humanas.
Hasta la fecha no hay ningún capítulo que toque el mundo sanitario pero si fuese así, Black Mirror nos presentaría un escenario donde:
- Los pacientes estarían en camas rodeados de pantallas con herramientas de comunicación e información. No necesitarían el contacto directo con el profesional sanitario, solo a través de pantallas y estarían monitorizados estrechamente por máquinas y aplicaciones.
- Los profesionales sanitarios diagnosticarían, prescribirían y dispensarían en base a algoritmos de miles de datos, un auténtica aplicación del “big data”. Las operaciones las realizarían robots, se diseñarían órganos por impresoras 3D y los medicamentos “químicos” habrían desaparecido prácticamente y se habrían sustituido por terapias biológicas, génicas y células madre.
- Los pacientes no serían mas que números con datos analíticos y clínicos, en códigos de barras a los que habría que “sanar”.
- Los pacientes podrían elegir al personal sanitario que les atienda en base a la valoración virtual de los mismos, comentarios y número de “seguidores”.
Y así hasta lo que quieran imaginar...pero mucha de estas cosas son futuro o presente.
Hace un par de semanas me invitaron a uno de esos eventos donde se juntan digitalización y tecnología con sanidad. Donde sanitarios, médicos principalmente, hablan de su experiencia con apps, redes sociales, blogs...Llevo años interesado por el tema y acudiendo a este tipo de eventos y tengo que decir, afortunadamente, que el camino hacia el mundo “black mirror” es muy lento, viendo aparecer en estos años muchas iniciativas en pro de la “humanización” de la sanidad.
La tecnología es un tren al que nos tenemos que subir pero que tenemos que saber manejar, si no descarrilaremos y nos llevará a sitios donde no queremos ir, ese mundo distópico de Black Mirror donde estamos ya medio sumergidos.
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