Llega
el verano, las vacaciones, los traslados, la vuelta a los pueblos de origen y
con ellos llegan en muchos casos los problemas de adquisición de medicamentos
hospitalarios a pacientes crónicos.
No son ni uno, ni dos, los pacientes que acuden a nuestro hospital a recoger medicación porque están de vacaciones y en sus hospitales de referencia solo les han podido dispensar para unas semanas. Algunos te dicen, “es que les tienen prohibido dar para más tiempo”, intentando justificar a su propio hospital.
El caso es que te encuentras a pacientes que no conoces de nada, algunos con informes (otros no), algunos con medicamentos “tradicionales”, otros incluso con “usos compasivos” que necesitan medicación porque no les llega hasta que vuelvan a su residencia de origen. Y empiezan los viajes de los pacientes con los informes bajo el brazo, para arriba y para abajo, las autorizaciones de unos y otros y las molestias por doquier.
Seguramente es algo que pase en muchos hospitales. Nosotros somos los que conocemos a nuestros pacientes y podemos resolver cualquier incidente relacionado, somos los que dirigimos “el juego”. No cuesta mucho hablar con ellos y asegurar la farmacoterapia en periodos excepcionales. Si hay que dispensar medicación para algún tiempo más al establecido no creo que sea nada, ni la gestión se vaya a ver mermada, en comparación con las molestias ocasionadas. No es bueno para nadie dejar vagar a los pacientes con el mensaje de “si tiene algún problema o necesita medicación acuda al hospital del lugar donde se encuentre”.
Quizás no somos conscientes de la problemática que acarrea la situación e incluso de los potenciales errores de medicación. Tampoco encuentro justificación en el tema, porque no quiero pensar que sea el ahorro suscitado.
No son ni uno, ni dos, los pacientes que acuden a nuestro hospital a recoger medicación porque están de vacaciones y en sus hospitales de referencia solo les han podido dispensar para unas semanas. Algunos te dicen, “es que les tienen prohibido dar para más tiempo”, intentando justificar a su propio hospital.
El caso es que te encuentras a pacientes que no conoces de nada, algunos con informes (otros no), algunos con medicamentos “tradicionales”, otros incluso con “usos compasivos” que necesitan medicación porque no les llega hasta que vuelvan a su residencia de origen. Y empiezan los viajes de los pacientes con los informes bajo el brazo, para arriba y para abajo, las autorizaciones de unos y otros y las molestias por doquier.
Seguramente es algo que pase en muchos hospitales. Nosotros somos los que conocemos a nuestros pacientes y podemos resolver cualquier incidente relacionado, somos los que dirigimos “el juego”. No cuesta mucho hablar con ellos y asegurar la farmacoterapia en periodos excepcionales. Si hay que dispensar medicación para algún tiempo más al establecido no creo que sea nada, ni la gestión se vaya a ver mermada, en comparación con las molestias ocasionadas. No es bueno para nadie dejar vagar a los pacientes con el mensaje de “si tiene algún problema o necesita medicación acuda al hospital del lugar donde se encuentre”.
Quizás no somos conscientes de la problemática que acarrea la situación e incluso de los potenciales errores de medicación. Tampoco encuentro justificación en el tema, porque no quiero pensar que sea el ahorro suscitado.
Además del verano siempre esta época trae algunas enfermedades estacionales por lo que encontrar los medicamentos a buen precio se hace un poco difícil por la demanda
ResponderEliminarReal como la vida misma...
ResponderEliminarQué razón tienes. La pena es que los jefes no lo vean así y nos pongan entre la espada y la pared (entre el sentido común y la ética frente a la "obediencia del asalariado"), negándonos a favorecer la adherencia, a evitar errores y a mejorar la satisfacción del paciente. No puedo hablar más alto, pero tú lo has dejado bien claro.
ResponderEliminarEs una lástima que sucedan este tipo de cosas, y lo peor es que le perjudicados seamos nosotros como usuarios, estoy deacuerdo contigo.
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