viernes, 25 de marzo de 2016

Incentivos en los sistemas sanitarios

Los incentivos en los profesionales sanitarios es un tema que suele dar mucho juego. Por aquí (Servicio Extremeño de Salud) se vuelven a plantear después de unos años sin nada, aunque con una letra pequeña que deja mucha incertidumbre: “serán incentivos no económicos”.

Este es un tema bastante polémico, están los que dicen que no son necesarios incentivos mas allá del sueldo y los que opinan que si. Los que dicen que estos no tienen porque ser económicos, los que hablan de facilitar la formación, aumentar el confort en el trabajo y alguna que otra fórmula más.

Recientemente leía un artículo sobre los incentivos en las organizaciones. En resumen estos tienen mucha importancia. El comportamiento que vemos normalmente es el resultado de incentivos que no vemos y el comportamiento que se recompensa es el que se suele obtener. Sin embargo crear sistemas efectivos de incentivos es complicado. Deben ser claros y fáciles de comprender. Ofrecer un feedback lo más inmediato posible (la naturaleza humana funciona mejor con recompensas inmediatas que con las diferidas. La productividad recompensada semanalmente es más eficaz que la anual, por ejemplo.). Deben ser justos para que todos los profesionales “remen” en el mismo sentido y luchen por alcanzar los mismos objetivos. Todos tienen que estar sometidos al mismo plan. Todo un reto en el mundo sanitario.

En las últimas semanas se ha publicado en Escocia un estudio donde se asocia una mejor prescripción en atención primaria asociada, entre otras cosas, a incentivos económicos (Safer prescribing a trial of education, informatics and financial incentives). Y hemos leído como el NHS de Inglaterra dará incentivos económicos a partir de abril de 2016 a médicos de atención primaria y hospital para que reduzcan la prescripción de antibióticos y así luchar contra el creciente problema de la resistencia a antibióticos.

Hay quien lo tiene claro.

martes, 8 de marzo de 2016

Nuevas vías de gestión en los servicios de farmacia: renovarse o morir

Con el Dr. Carlos Estrada, presidente del Colegio de
Farmacéuticos de Hospital de México
La semana pasada tuve el honor de ser invitado al Congreso de la Organización de Farmacéuticos Iberolatinoamericanos que se celebró en México. Muchas experiencias y muchos amigos, gracias por todo. 

Mi conferencia versó sobre NUEVAS VÍAS DE GESTIÓN EN LOS SERVICIOS DE FARMACIA: RENOVARSE O MORIR: (resumen)

Vivimos tiempos de grandes cambios y los profesionales sanitarios tienen que enfrentarse a nuevos retos y buscar soluciones imaginativas para ofrecer servicios adaptados a las nuevas necesidades de la población, mejorar su eficiencia y mantener óptimos niveles de calidad y competitividad. Hablamos de la era del empoderamiento del paciente y de la medicina participativa.

La nueva gestión farmacéutica es fundamental para buscar nuevos caminos orientados a mejorar la calidad ante un paciente cada vez más informado, reducir el gasto sanitario derivado de los medicamentos y adaptar los modelos asistenciales a los nuevos procedimientos que ofrecen los avances tecnológicos. El reto está lanzado y es necesario pasar a la acción. 

Referente al imparable ascenso del gasto farmacéutico, se debe poner el foco en aquellas patologías de alto coste, tales como los procesos oncohematológicos o las enfermedades raras. Aquí es fundamental incorporar la farmacogenómica en la práctica farmacéutica, posicionar adecuadamente los múltiples tratamientos biológicos e integrar los biosimilares a la práctica asistencial. Una estrategia que nos va a permitir esto es liderar los procesos de evaluación de medicamentos y toma de decisiones que nos garanticen mantener los indicadores de salud óptimos al menor coste, reduciendo la variabilidad. Esto exige por un lado farmacéuticos cada vez más especializados por área de capacitación, pero por otro lado desarrollar la comunicación y el trabajo en equipo entre los diferentes niveles asistenciales, farmacéuticos de hospital, primaria y oficina de farmacia.

Otro punto importante es la búsqueda de nuevas fórmulas de asistencia y educación sanitaria. Se deben explorar nuevos caminos como la atención a domicilio y a centros sociosanitarios de larga estancia, seguimiento farmacoterapéutico on-line u otras vías de atención farmacéutica que descongestionen la hospitalaria. Es necesario la implantación de verdaderos indicadores que garanticen la eficiencia de estas nuevas vías, así como verdaderos sistemas integrados de información. Priorizando las áreas relacionadas con el aumento de la cronicidad o el problema progresivo de la salud mental.

Otro punto a destacar es todo lo referente con la bioética y su importancia en la toma de decisiones clínicas.

Un apartado especial supone toda la revolución tecnológica de los últimos años. Por un lado las nuevas herramientas de la información y la comunicación. Las posibilidades de la web 2.0 orientadas a los medicamentos y pacientes son numerosas e interesantes. La telemedicina que conectará a pacientes con farmacéuticos favoreciendo una asistencia de calidad y accesible a los ciudadanos, incluso en áreas remotas y con menos recursos. La Mobile Health, donde las apps (aplicaciones para dispositivos móviles) jugarán un papel muy importante en la atención farmacéutica de calidad sin necesidad de recursos humanos adicionales. Y por último la Big Data que permitirá gestionar adecuadamente gran cantidad de datos poblacionales de salud y extraer información útil para generar biomarcadores útiles para la toma de decisiones clínicas. 

En conclusión, la sociedad está cambiando, la sanidad y los profesionales sanitarios con ella. Los farmacéuticos debemos de adaptarnos y buscar nuevas vías de gestión acorde a los nuevos tiempos. El reto es una farmacia más tecnológica y participativa orientada al paciente.
Related Posts with Thumbnails