Llevamos un tiempo donde a todos (los hospitales) nos da por
retornar a la mínima pacientes que han sido derivados por acudir a algún
servicio de referencia, directrices explicitas en cartas de directores médicos
y gerentes.
Los Servicios de Farmacia lo sufrimos enormemente, ya han llegado
varias cartas de hospitales de Madrid donde se avisa que no se dispensará más
medicación hospitalaria ambulatoria a pacientes de nuestra área (Cáceres) que
acuden a consulta allí. Nosotros también entramos en el juego y derivamos
pacientes a sus áreas correspondientes (Plasencia, Navalmoral…), situación que
nos ha costado alguna que otra reclamación por parte de pacientes que no
entienden las nuevas reglas del juego. Y esto es un suma y sigue. Se trata de
de hacer encaje de bolillos con tus números y maquillar lo que se pueda, imprescindible
en estos tiempos.
Al final se pone de manifiesto que la macrogestión sanitaria
es un puñetero desastre, situación acentuada con los reinos de taifas de las
comunidades autónomas y que los gestores de hoy en día lo tienen claro, esto va
de salvar “tu culo”, que me diga tu
hospital.
Nuestro querido Lennon dijo “la vida es aquello que pasa
mientras haces planes de futuro”, hoy diría algo así como “la vida es aquello
que pasa mientras miras el móvil”.
Frederic Beigbeder, fotografiado en su casa de París
Hace tiempo que no hago un post de esos que no tienen nada
que ver con la sanidad y las tecnologías, y que en cierto modo fueron el origen
de este blog. En pleno mes de agosto, a pocos días de empezar las vacaciones y
con los mismos temas de siempre en la red me apetece desmarcarme un poco.
No se si será por el origen de uno de mis apellidos, pero
siempre me atrajo sobremanera la cultura francesa, en la estética y el
contenido. Me encantan las películas de Truffaut y su serie de Antoine Doinel,
ese dandy elegante y desenfadado y el devenir de su ciclo amoroso (Los 400
golpes, El amor en fuga, Besos robados y Domicilio conyugal). Pero el campo en
el que me quiero centrar más es en la escritura, la escritura contemporanea. Y aquí me centraré en Michel Houellebecq y FredericBeigbeder, últimamente dos de mis escritores de cabecera. El primero más poético,
conocido y reconocido, sin embargo para mi, el segundo mas desgarrador,
visceral, mas realista, sin duda mi preferido. Beigbeder fue un publicista de
éxito, de esos que viajan en descapotables y viven a todo tren con apenas 30
años pero que un día dejo todo por su verdadera pasión, escribir. Así lo
explica y así empieza una de sus novelas más exitosas, novela en gran parte
autobiográfica:
“Todo es provisional: el amor, el arte, el planeta Tierra,
vosotros, yo. La muerte es algo tan ineludible que pilla a todo el mundo por
sorpresa. ¿Cómo saber si este día no será el último? Creemos tener tiempo. Y
luego, de repente, ya está nos ahogamos, fin del tiempo reglamentario. La
muerte es la única cita que no está anotada en nuestra agenda.
Todo se compra: el amor, el arte, el planeta Tierra,
vosotros, yo. Escribo este libro para que me echen del trabajo. Si me fuese me
quedaría sin indemnización…A mi alrededor, los colegas caen como moscas: corte
de disgestión en la piscina, sobredosis de cocaina maquillada de infarto de
miocardio, accidente con el jet privado, vueltas de campana con el descapotable…Creo
que ha llegado el momento de dejarlo todo, ya que no se mantenerme a flote.
Todo es provisional y todo se compra. El hombre es un
producto como cualquier otro, con fecha de caducidad. Esta es la razón por la
cual he decidido jubilarme a los treinta y tres años. Dicen que es la edad
ideal para resucitar.”
Quién no ha querido hacer esto alguna vez, el otro día
cenando con algunos compañeros de trabajo, a la pregunta de ¿que es lo que
realmente te hubiese gustado ser?, hubo muchas respuesta: músicos, deportistas,
cantantes, escritores… pero quién dijo que no se puede, nunca es tarde si la dicha
es buena.
Es una “guerra” como las de antes, de hermanos contra
hermanos (ya que la inmensa mayoría de directivos sanitarios no son sino
profesionales sanitarios también y compañeros de hospital). Hasta ahora los
resultados son inciertos y el devenir de los acontecimientos más todavía.
Llegado hasta este punto y como uno más de esos profesionales sanitarios a los
que están afectando los recortes, han tocado el bolsillo y que aun así entiende
que tenemos (los profesionales) nuestra parte de responsabilidad en estos
tiempos que acucian para todos, solo me queda pedir:
1. Que se tomen medidas ecuánimes y sensatas, en donde todos aportemos
nuestro granito de arena y no demos lugar al “el que más grita más consigue”
que parece la tónica general.
2. Que esas medidas no afecten a los resultados de salud de los
ciudadanos, pero para esto necesitamos indicadores fiables y seguir con una
parte de objetivos con remuneración variable en base a los resultados, justamente
lo primero que nos quitaron cuando empezó todo esto de la crisis.
La cuestión es no seguir nadando mar adentro porque cuando
queramos salir no nos salvará nadie. No se trata de convertirnos en “héroes del
silencio” de todo esto, si no en parte activa, pero hacia una construcción, no hacia una destrucción.
Editorial para la revista Farmacia Hospitalaria sobre salud
2.0, es interesante ver que cada vez más compañeros de profesión utilizan las
redes sociales de manera profesional y se interesan por todo esto de las
tecnologias de la información y comunicación.