La semana pasada un cardiólogo de mi hospital subía esta foto a una red social, poniendo de manifiesto el ensañamiento terapéutico que sufren algunos pacientes.
En la foto el tratamiento con el que el paciente llegaba a la consulta y tachado lo que el cardiólogo suspendió al paciente.
Duplicidades, ya sea de principio activo o grupo terapéutico, interacciones, medicamentos con bajo valor terapéutico…el tratamiento no tiene desperdicio. Causas: nula coordinación primaria-especializada, falta de revaluación de los tratamientos, sistemas informáticos que te permiten “copia y pega” arrastrando toda la medicación anterior sin revisarla, poco interés por el tratamiento farmacológico de algunos profesionales sanitarios, poco tiempo asistencial y un sinfín de motivos que acaban con una devastadora polifarmacia que se retroalimenta.
Por acabar de manera elegante diré: mucho por hacer en este campo en donde tenemos que involucrarnos todos los profesionales.