Farmacia del centro de Huelva |
Las oficinas de farmacia están en el ojo del huracán, hoy sin ir más lejos aparecen varios artículos en prensa que hacen referencia a la polémica en la que se encuentran inmersas ("Las farmacias de las localidades pequeñas corren riesgo de cerrar", "Castilla la Mancha no permitirá un solo cierre de las farmacias"). Parto del hecho que aunque soy farmacéutico, nunca he conocido de cerca la oficina de farmacia y hablo como profesional sanitario y usuario habitual (como casi todo el mundo) de la misma.
Creo que el papel de las oficinas de farmacia en la salud es fundamental, sin embargo se encuentra infravalorado por muchos y también, hay que decir que en algunos casos, devaluado por algunas farmacias más cercanas a un ultramarinos que a un servicio sanitario.
En cualquier caso todo el huracán que envuelve a las oficinas de farmacia debería ser una oportunidad de evaluar el sistema que tenemos, con sus pros y sus contras. Es una pena que no se pueda generalizar, todos lo sabemos, pero tenemos farmacias cerca de nuestra casa que apuestan por el consejo sanitario, la atención farmacéutica y la cercanía por encima de otros intereses, eso se nota casi desde el primer contacto. Pero también es cierto que todo este valor añadido suele ser dado a coste cero y al final eso pasa factura. Esto me parece fundamental, creo que se debe remunerar todo lo relacionado a la atención farmacéutica, aunque evidentemente los pacientes son los que tienen que solicitar esta atención, y por tanto los farmacéuticos tienen que hacer valer su necesidad en el proceso sanitario de cada paciente. Debemos de llegar a la situación de que el paciente solicite una consulta de atención farmacéutica como solicita una consulta al médico de familia o a cualquier especialista y esta evidentemente este remunerada.
Creo que es tiempo de renovación en el sector farmacéutico y me quedo con las palabras del Dr. Machuca en torno a la oficina de farmacia (aconsejo reiteradamente la lectura de su post: "los farmacéuticos presos de las farmacias"): "
Los farmacéuticos tenemos miedo al cambio. Cuando fabricábamos medicamentos éramos científicos, y como tales, progresistas, investigadores, buscadores de la verdad, innovadores….Ahora somos comerciantes, y como tales, conservadores, temerosos de los cambios, gestores y poco dados a asumir nuevas responsabilidades."
Muchos temas quedan pendientes y la eterna pregunta: ¿sería eficiente y sobre todo favorable para el paciente liberalizar el sector? Aquí yo personalmente no lo tengo claro, lo que si que tengo claro es que de hacerse debería asegurarse la dispensación en sitios rurales, en principio menos favorecidos y deberían instaurarse medidas en pro de potenciar la actividad sanitaria de las oficinas, como la ya mencionada remuneración de la atención farmacéutica.
Los tiempos para las oficinas de farmacia están cambiando, espero que todo se resuelva favorablemente, porque al final todos nos beneficiaremos. Aun así el tirón de las mismas todavía es innegable y prueba de ello es que no pocos compañeros de hospital de Andalucía van a elegir la oficina de farmacia en vez del hospital en el próximo concurso que se resolverá en los próximos meses.
No quiero acabar este post sin declarar mi apoyo más sincero a todos los farmacéuticos de Castilla la Mancha que están sufriendo el impago reiterado de su trabajo y todos los farmacéuticos rurales que están pasándolo mal por los recortes, que como siempre afectan más a los más débiles. Podrían quedarse sin sueldo, dietas y de más privilegios todos los políticos primero, para dar ejemplo.