Es la primera vez que voy a hablar de esto en el blog, pero no será la última. Dentro de dos meses se jubila la Jefa de mi Servicio y el tema nos empieza a inquietar un poco. Por un lado nadie quiere hablar del tema y por otro todos permanecemos expectantes a como se abordarán las cosas. En bien del servicio, espero llegado el momento, y hasta que salgan plazas oficiales de jefatura donde se valoren méritos, que la dirección nos consulte (a todos los facultativos) y podamos mas o menos consensuar a la persona "coordinadora" en vez de una "a dedo", que supondría una imposición destructiva.
Personalmente me encuentro esperanzado con el cambio porque somos un servicio joven, en su mayoría treintañero y con un gran potencial. Los cambios permiten adoptar nuevas actitudes y nuevas formas de hacer las cosas. Sin embargo para que un proceso de cambio ocurra de forma eficiente, todos deben estar comprometidos con él, por lo que es importante mantener la mayor unidad posible.
Para que un proceso de cambio pueda implementarse con éxito y sostenerse en el tiempo debemos recordar que:
Las personas deben confiar, estar motivadas y capacitadas, ya que el cambio es un proceso muy duro, tanto a nivel personal como organizacional.
La persona que lidera el cambio debe lograr que las personas puedan hacer mejor el trabajo, con mayor satisfacción.
La confianza es un requisito esencial para lograr el cambio.
La adaptación del servicio a la realidad del cambio tiene que suceder a través de un proceso que vaya ocurriendo real y efectivamente. El cambio no debe ser autoritario ya que así es muy difícil de lograr, debe ser flexible, con la participación de todo el personal implicado.
Para lograr el cambio, los implicados deben perder el miedo...
(Ya seguiré contando y abordando el interesante tema de la cultura del cambio en las organizaciones, y espero dentro de unos meses seguir tan positivo como en este momento, está en juego una nueva etapa)
Da gusto verte tan optimista y tan dispuesto siempre a todo. Esa actitud facilita mucho las cosas. En mi Servicio hemos vivido una "transición" que casi nos ha durado dos años y ha sido bastante triste ver como nos tirábamos los trastos a la cabeza por el razonamiento del perro del hortelano (ni come ni deja comer al amo) en cuanto a la toma de responsabilidades y liderazgo. Creo que en estos casos hay que tener bastante paciencia con quien tome las riendas y animarle a aprender de sus errores, pues nadie nace enseñado. A todos os tocará sufir un poquito, pero a cambio pueden surgir nuevas oportunidades de mejora y de reestructuración que seguro son muy interesantes. Ya nos irás contando...
ResponderEliminarGracias por tus palabras compi1, veremos como se resuelve todo, como te digo estoy ilusionado con el cambio. Es triste, pero es común la actitud que comentas del "perro del hortelano" (ni come ni deja comer), ante esto lo mejor es tirar hacia delante y quien quiera que se suba al carro, siempre hay gente que responde...Saludos
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