Hay días en el hospital, y no sabes porqué, en los que todo esta "crispado". En el Servicio uno se enfada con otro y el otro con el de más allá y horas mas tarde el de más allá con el de mas acá y así sucesivamente hasta entrar en una espiral que salpica a todo "bicho viviente". Si a eso le unimos, que el oncólogo, que venía a preguntar sobre una medicación, aprovecha para despotricar de la organización y que otros cuantos especialistas también te transmiten su quemazón sea en el pasillo o por teléfono, al final tu mismo, que venías con aire tranquilo y trabajador de casa, acabas estando hasta "los mismísimos huevos" de todo. Lo malo es cuando estos días crispados se repiten con mas frecuencia de lo normal y se empieza a instaurar un perfume de cabreo y desmotivación permanente, altamente contagioso. En estos tiempos que corren el riesgo es muy alto.
Menos mal que de tanto lidiar, uno ya ha aprendido a capear el temporal.
Sí que a veces le dan a uno ganas de reaccionar como Filemón, cenizos hay por todos lados y lo malo de ellos es que lo suyo es muy muy contagioso y peligroso, más que la gripe A! No habrá vacuna para esto? Creo que daría mucho más dinero incluso.
ResponderEliminarUn abrazo
El caso es que no sabes como pero al final te inmunizas, además como se dice en estos casos "si estas contento tus amigos se alegrarán, si estas "jodido" quien se alegrarán serán tus enemigos". Hay que intentar mantenerse alegre y motivado porque todo es tan relativo...lo malo son los días en que estas "jodido" pero contento, todos hemos tenido alguno de esos. Un abrazo
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