Hemos empezado el año de manera turbulenta por el hospital, algunos contratos se esfuman con las primeras inhalaciones del 2016. Algo sigue sin ir bien cuando después de diluvios y tempestades sigue apareciendo el “no hay dinero”. Cuando se cierran proyectos de un plumazo sin importar las consecuencias. Cuando seguimos con el café con leche para todos.
Y al final lo importante no es nada de eso. Lo verdaderamente importante es la perdida masiva de ilusión, compromiso y pasión que fluye a borbotones, como se desangra un herida. Como si de una hemorragia interna se tratase.
Hay que seguir, no queda otra. Hay que huir de esta "zombificación laboral" de la cual nos quejamos amargamente gestores y clínicos, pero que realmente hacemos poco por evitarla.
La ilustración es del blog de Eduardo Salles, cinismo ilustrado.
Por cierto feliz año, como dice mi padre, este año mas y mejor.
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