Pestañas

miércoles, 23 de diciembre de 2015

domingo, 20 de diciembre de 2015

Mida su “promiscuidad” con la industria farmacéutica con un simple test.

Esta semana desayunábamos con la noticia de “Imputados 50 médicos por cobrar sobornos por usar prótesis de Triber”. El laboratorio al parecer pagó viajes a algunos facultativos para que ocultaran fallos de calidad. Un viejo debate, un tema que no deja indiferente. 
Al hilo esta semana también la revista Brithish Medical Journal publicaba un cuestionario, medio en broma, medio en serio, titulado “Are you pharmiscuous? Take our quiz!”. Queriendo determinar con un juego de palabras y un test la “promiscuidad” en la relación profesional-industria farmacéutica. 

El cuestionario viene a decir algo así. (traducción libre). En estos casos es mejor tomárselo con humor.

1. Un representante de la industria farmacéutica aparece en su consulta y pide hablar con usted durante 10 minutos sobre un nuevo medicamento para la presión arterial. Usted: 

a) Se esconde. Le dice a su auxiliar de enfermería que finja que lleva una hora de retraso, a pesar de que varios de sus pacientes no han aparecido, y que está consultando confidencialmente sus historiales. 

b) Le comenta al representante que se reúnan brevemente en un momento que le venga bien a usted, no hay necesidad de ser grosero y escuchará lo que le dice. 

c) No le hace esperar y se pregunta si le habrá traído esos croissants que tanto le gusta.

2. Una compañía farmacéutica está reclutando pacientes para probar un nuevo medicamento para la diabetes y quiere que usted participe en el ensayo reclutando pacientes. Se le pagará muy bien por cada paciente que recluta. Usted: 

a) Pide ver el protocolo de investigación completo y evaluar críticamente el mismo antes de llegar a una decisión. 

b) Decide que el esfuerzo estará dignamente retribuido y el estudio suena razonable, aunque duda. El paso del consentimiento informado es un dolor. 

c) Teniendo en cuenta que la mitad de sus ingresos proviene del reclutamiento de pacientes en los ensayos, adelante. Después de todo, el estudio debe ser legítimo si se pasa a través de algún comité de ética, ¿no? 

3. Un representante de un dispositivo cardiaco quiere traer el almuerzo para todo el personal de la clínica, sólo para agradecer el trabajo que hace. Usted: 

a) Lo rechaza y compra un sándwich en la cafetería del hospital, calmando a sí mismo y a su personal con el aforismo, "No hay nada como un almuerzo gratis." 

b) Aprecia que su equipo trabaja duro y merece un buen almuerzo que usted no va a pagar por sí mismo. 

c) Está sorprendido de que solamente esté sugiriendo un almuerzo y está pensando en preguntarle si salen a cenar a ese nuevo restaurante de tapas ibéricas. 

4. Recibe una invitación por correo electrónico para participar en una breve encuesta sobre nuevos tratamientos para la depresión. Usted: 

a) Da a “eliminar” correo. Con gran esnobismo, como es habitual en usted, sabes que estas encuestas son anuncios encubiertos. 

b) Está en el aeropuerto y tiene 30 minutos de espera, para matar el tiempo, ¿por qué no? 

c) Completa la encuesta durante el tiempo de su trabajo, hace clic al azar y responde aleatoriamente al cuestionario. Si las empresas le envían mas… ¡su opinión es valiosa! 

5. Usted es un experto local en anticoagulantes, por lo que una empresa le pide que realice presentaciones a compañeros, ofreciendo honorarios equivalentes a tres veces el salario por hora que cobra habitualmente. Usted: 

a) Dice que está dispuesto a preparar su propia presentación y con mucho gusto dará educación gratuita a sus colegas.

b) Dice que desea revisar adecuadamente la literatura más reciente de todos modos y tener la oportunidad de preparar la charla y hacer algo de dinero al mismo tiempo. 

c) Le dice a la empresa que le envíe las diapositivas preparadas, revisa los estudios que la empresa dejó en su oficina, y pregunta si dar estas charlas se puede convertir en algo habitual.

6. Usted recibe una solicitud de amistad en Facebook de un representante de la industria que le visita. Usted: 

a) Rechaza la solicitud de inmediato y considera la eliminación de su cuenta. 

b) Prefiere no ser arrogante con alguien que parece bastante decente. Ya que solo utiliza Facebook para vigilar a sus hijos y a sus enemigos, acepta. 

c) Se pregunta por qué no está en su lista de amigos ya, como si fuera parte de su lista de boda. ¿Acaba de unirse a Facebook o algo así? 

7. Un colega le dice lo mucho que le pagan por pasar una tarde en una junta asesora farmacéutica la próxima semana. Usted: 

a) Mas que una asesoría es marketing farmacéutico. Si quieres una cena gratis y estar con un comercial durante horas “por favor responda a esta invitación.”

b) Piensa que su colega tiene derecho a vender su experiencia, a pesar de que sabe que puede ser diferente a lo que pase realmente en el mercado farmacéutico. Usted pregunte más sobre el tema y se pregunta si también podría participar. 

c) Se sorprende porque usted también participará la próxima semana y el tiene un honorario mas grande que el suyo. Inmediatamente llama al laboratorio para preguntar si alguien ha cometido un error. 

RESULTADO: ¿Cómo de promiscuo con la industria farmacéutica eres?

Puntuación 0 punto por cada (a), 1 punto por cada (b) y 2 puntos por cada (c).

Puntuación 0-1 Es usted un santo, ¿no es así? Su puritanismo es desagradable. Relájese. 

Puntuación 2-5 Usted ha estado coqueteando con la industria y está un poco avergonzado por algunas actuaciones al respecto. Está bien. Todos lo hemos hecho alguna vez. 

Puntuación 6-9 Usted tiene una hipoteca que pagar o hijos que mantener. Cualquier cosa para su familia. 

Puntuación 10-12 Usted es un amigo de la industria. . . con beneficios. 

Puntuación 13-14 Enhorabuena. Usted es un miembro de los médicos modernos de la profesión más antigua del mundo. 



domingo, 13 de diciembre de 2015

La infelicidad de la medicina

Foto: Retrato de José Ramón Lozano.
Los 7 jardines (Cáceres)
Me ha llegado por email una evaluación de los compañeros de Evalmed de un artículo de Richard Smith que escribió en British Medical Journal en 2001 y que tituló: ¿Por qué los médicos están tan infelices?. 
(Smith R. Why are doctors so unhappy? There are probably many causes, some of them deep. BMJ. 2001;322(7294):1073-4.)

El artículo habla de cómo la visión del paciente pasa porque la medicina va a resolver todos sus problemas, incluso los sociales y estimar que los médicos saben todo lo que es necesario saber. La visión del médico por su parte choca con esta estimación reconociendo los poderes limitados de la medicina moderna, incluso su peligrosidad. Su limitación para conocer y resolver todos los problemas de los pacientes desembocan en su infelicidad.

La solución según Smith pasaría por aceptar la muerte, la enfermedad y el dolor como parte de la vida, las limitaciones de la medicina por parte de ambos y que los pacientes no abandonasen sus problemas a los médicos sino que ambos participasen en el proceso.

Quince años después parece que poco ha cambiado, incluso se ha agudizado, y todo esto me ha recordado al famoso libro del cirujano Atul Gawande “Ser Mortal” editado este año. Alegato contra el ensañamiento terapéutico que sufren hoy los pacientes, en como queremos prolongar la vida a cualquier precio y como morir rodeado de maquinas en un hospital junto a gente desconocida se ha convertido en los habitual. Un bonito libro que reflexiona sobre como la meta no es una buena muerte sino una buena vida de principio a fin y esta pasa por aceptar las limitaciones de la medicina y la participación de los pacientes en las decisiones de la misma. 

Está claro que para que todo esto cambie tenemos que cambiar los profesionales sanitarios, pero también los pacientes. Es la única manera de que todos seamos mas felices en el complicado camino de la vida y la muerte.

martes, 8 de diciembre de 2015

La música nos salvará: un metaanalisis al respecto


En este reciente artículo publicado en la prestigiosa “The Lancet” se lleva a cabo una revisión sistemática de 73 ensayos clínicos controlados aleatorizados que reclutaron pacientes que utilizaron cualquier tipo de música antes, durante o después de procedimientos quirúrgicos en comparación con la atención estándar. 
Las conclusiones (con significación estadística) fueron que la música reduce el dolor postoperatorio, la ansiedad y el uso de analgésicos. Aumentó la satisfacción del paciente, pero la estancia media de hospitalización no varió. Los análisis de subgrupos mostraron que la elección de la música y el momento en que se escuchaba no alteraba los resultados. La música era eficaz incluso cuando los pacientes estaban bajo anestesia general. 

Los autores concluyen que la música es barata, no invasiva y razonablemente segura y debe ser ofrecida libremente a todos los pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos.

Hoy se cumplen 35 años de la muerte de Lennon, una de las inspiraciones de este blog. Por eso no está de mas recordar aquello de imaginar un nuevo mundo donde no existan guerras y todo el mundo viva en paz…

(Esta vez la versión de Coldplay cantada recientemente en París)


miércoles, 18 de noviembre de 2015

La clave en los inicios de tratamiento

La mañana ha sido larga y aun no ha terminado. La cabeza se empieza a embotar un poco, mezcla de cansancio y la anoxia propia de una consulta pequeña e hiperfrecuentada. Miro el siguiente informe clínico y receta sobre la mesa y me doy cuenta que es un inicio de tratamiento, quizás el tercero de hoy. Después de comprobar los datos en unos minutos le digo a la enfermera que haga pasar al paciente. Los inicios de tratamiento suelen ser un ritual, presentación, preguntas sobre que sabe acerca de la medicación, información terapéutica y administrativa de la consulta, medicación concomitante y refuerzo de puntos clave en cada caso.

A través del biombo que separa mi despacho de la parte de dispensación aparece el paciente, acompañado de su pareja. Se les adivina algo nerviosos y tras la presentación, con la torpeza típica de la ansiedad, hacen chocar varias veces sus sillas antes de sentarse. Lo que más me llama la atención, como casi siempre, es la mirada asustada del paciente. Los diagnósticos son duros, los inicios de tratamiento aun mas, son la confirmación de que realmente las cosas no van bien por ahora. 

Los siguientes minutos pasan acorde a lo esperado, preguntas y mas preguntas, respuestas y mas respuestas. La tensión va desapareciendo y cuando me quiero dar cuenta se están acumulando mas pacientes fuera. Los diez o quince minutos que dedicas a los inicios de tratamiento congestionan la siempre colapsada agenda. En la despedida intuyo que todo ha ido bien. No por el medicamento, ni por la información, ni a veces por los errores evitados. Simplemente por la mirada del paciente, esa mirada asustada que va virando a sosiego y esperanza. 

El principio de una lucha sin tregua contra la enfermedad. Así lo siento.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Cuidado con la combinación antihipertensivo, diurético y analgésicos (la triple Whammy)

Hoy una compañera nos daba una sesión clínica sobre lo que se denomina “la triple Whammy” (podríamos traducirlo como “el golpe triple”). Es decir la combinación de ciertos antihipertensivos, diuréticos y antinflamatorios no esteroideos y su asociación con un incremento en el riesgo de fallo renal. Nos lo explican de manera sencilla los compañeros de Hemos Leído en “Insuficiencia renal inducida por fármacos: la triple Whammy”.

Esta situación es extremadamente común y merece una nota de atención para la población general.

"Si usted toma medicamentos para la hipertensión del grupo de los IECA (captopril, enalapril, lisinopril, quinapril, perindopril, ramipril…) o del grupo de los ARAII (losartan, candesartan, valsartan, telmisartan, irbesartan...) y diuréticos (hidroclorotiazida, furosemida, amiloride…). Tenga en cuenta que algunos comprimidos pueden contener juntos el antihipertensivo y el diurético.

Debe tener mucha precaución a la hora de utilizar como analgésicos AINES (ibuprofeno, dexketoprofeno, naproxeno, acido acetil salicílico en dosis altas utilizadas para tratar el dolor, diclofenaco…). 

La utilización de estos tres tipos de medicamentos puede dañar sus riñones

¿Cómo puede evitar “La triple Whammy”?

Hable con su médico, farmacéutico, enfermera antes de la elección de medicamentos para aliviar el dolor.

Intente elegir un analgésico que no sea del grupo de los AINE, por ejemplo paracetamol"

martes, 20 de octubre de 2015

Elenesimonib y la enésima razón para la especialidad de Farmacia oncohematológica

Imatinib, erlotinib, pazopanib, gefitinib, sunitinib, sorafenib, lapatinib, axitinib…y un largo etcétera que están y otros que están por venir. Para los que no estéis muy familiarizados con estas terapias, se trata de una de una de las grandes revoluciones de la terapia oncohematológica en los últimos años. Con un mecanismo de acción en común y que vale para muchos tipos de tumores, son tratamientos dirigidos que se encargan de bloquear aspectos concretos de la biología celular y tumoral. Se toman por vía oral y casi todos ellos en una o dos tomas al día. De muy elevado coste, son la nueva gallina de oro del “market Access” farmacéutico que ha encontrado en este tipo de moléculas un filón inagotable.

Esto me lleva a dos tipos de reflexiones, una externa. Es necesario mas que nunca establecer criterios de coste-efectividad en estas terapias y posicionar muy bien a estos fármacos. Muchos de ellos utilizados en cuartas y quintas líneas, para aportar ¿qué y a qué precio?. Otra reflexión es interna. Empezamos a conocer bien estos fármacos y necesitan un seguimiento farmacoterapéutico estrecho. Tienen muchos efectos adversos, no son tan bien tolerados como en un principio se creía. Interaccionan mucho con la medicación concomitante y desde luego necesitan un abordaje integral con el resto de medicación intravenosa. Y todo esto para decir, que se necesita una superespecialización en farmacia oncohematológica mas que nunca. Porque nunca hemos estado tan cerca de los pacientes oncohematológicos como ahora con la terapia oral. (Si ,ahora que el ministerio va en contra y nos “generaliza” la especialidad. )

Y no es por nosotros (los farmacéuticos de hospital), ni por los oncólogos, ni hematólogos, ni siquiera por el potencial ahorro que supondría una buena gestión de esta terapia. Es por los pacientes y lo están demandando día a día. 



jueves, 24 de septiembre de 2015

Mi paciente se va de congreso


Hoy en consulta, Isabel, una paciente de esclerosis múltiple me hablaba de que se iba con FELEM (Federación española para la lucha contra la Esclerosis Múltiple) de "congreso" a Barcelona el 6 de octubre. 
Estaba tremendamente contenta, le esperaban charlas informativas sobre avances terapéuticos, me hablaba de un medicamento que regeneraba la mielina y tenia la esperanza de participar en el ensayo clínico. Se trata de la jornada “Living with MS day” destinada a pacientes y familiares. Isabel me comentó que asistiría el mismísimo Stephen Hawking. He estado viendo el programa de las jornadas y no he visto dicha participación, pero si lo dice ella…Al mostrar mi admiración por el astrofísico, me decía medio en broma, medio en serio, “le intentaré traer un autógrafo doctor”. 
Independientemente del tema anecdótico, el evento cuenta con la participación de neurólogos muy prestigiosos a nivel europeo y es un ejemplo más de cómo está evolucionando la relación paciente-profesional. Recordé una noticia leída hace unos días sobre una Escuela Europea para formar a los pacientes en innovación terapéutica liderada por el Foro europeo de pacientes y que tiene como uno de sus objetivos crear pacientes expertos y pensé que a Isabel seguro que le interesaría.

El empoderamiento de los pacientes no es un cliché de moda, es una realidad que da pasos agigantados. Y a mi me gusta, porque veo a Isabel feliz, esperanzada y comprometida con su enfermedad y su tratamiento. Y como Isabel, muchos otros. Ahora nos queda a nosotros, los profesionales, estar a la altura y cambiar esa relación tan paternal y dominante que siempre nos ha gustado ejercer sobre los pacientes. 

No queda otra.


martes, 4 de agosto de 2015

A propósito de que las cabras se han comido mis medicinas

De vez en cuando nos llegan pacientes a la consulta con antelación porque “han perdido” o les “han robado” los medicamentos. Esta circunstancia es mas común en un determinado perfil de paciente como os podéis imaginar. La verdad es que había escuchado todo tipo de argumentos al respecto. Pacientes que se han dejado olvidada la “bolsa de los medicamentos” en algún lugar que no recuerdan, a otros se la han robado. Pacientes a los que se le ha caído la medicación de la moto y la han destrozado los coches que le precedían. Otros que disponían de medicación termolábil y se les ha estropeado el frigorífico o recuerdo aquel que comentaba que se las había tirado su madre a la basura porque creía que eran “drogas”. Muchas razones, algunas ciertas, otras justificativas, pero sin duda la última supera con creces a todas, más que nada por el “surrealismo” de la misma. Un paciente nos ha comentado que estaba en una casa de campo ha dejado “las medicinas” encima de una mesa y “se las han comido las cabras...”.
 
Aunque todo esto se de en un porcentaje muy pequeño, no está de más recordar que debemos actuar con responsabilidad en la “custodia y conservación” de nuestros medicamentos. Mas allá de la salud estamos hablando de medicamentos cuyo envase para un mes suele costar más de 500-1.000 euros en muchas ocasiones. Recuerdo cuando de residente el precio de los medicamentos aparecía en los envases y muchos pacientes preguntaban ¿de verdad cuesta esto el medicamento?. El ministerio decidió quitar el precio que aparecía en el cartonaje de los medicamentos hace tiempo, entre otras cosas porque la ley actual no obliga y porque había a quien le parecía de mal gusto. Pero a lo mejor aquello no estaba tan mal.

viernes, 31 de julio de 2015

Pequeños consejos para los pacientes antes de acudir al farmacéutico

A través de feedly llego a un post de la periodista Elizabeth Renter de hace unos meses “How to talk so your doctor will listen”. Los consejos que se dan se pueden adaptar prefectamente a la consulta externa de farmacia del hospital, pero bien valdrían para la oficina de farmacia o una consulta de atención farmacéutica de atención primaria. 

Algunos pequeños consejos para los pacientes antes de acudir al farmacéutico son:
 
1) Antes de acudir a la consulta externa de farmacia, prepare con antelación las preguntas que quiere realizar sobre la medicación que toma, incluso anótelas en un papel. Muchas veces con las prisas y los nervios se olvidan cosas
 
2) Puestos a hacer una lista, es bueno que esté priorizada, por si no hay suficiente tiempo, que por lo menos se hallan resuelto las dudas más importantes sobre su medicación.
 
3) Si en el marco de la consulta no se pueden resolver todas las dudas, pida un modo de poder comunicarse con el farmacéutico en otro momento con el fin de solucionar las mismas. El teléfono, correo electrónico o algunas plataformas de social media que proporcionen confidencialidad pueden ser una opción.
 
4) Es preferible, siempre que se pueda, ir en compañía de algún familiar que puede ayudar a orientar las preguntas y a interpretar las palabras del farmacéutico.
 
5) Por su puesto no dude en preguntar cualquier cosa, a veces cosas que nos parecen banales pueden ser importantes.
 
En el otro lado, los profesionales sanitarios también tenemos mucho que mejorar y hacer hincapié en potenciar nuestras habilidades comunicativas mas sencillas, como por ejemplo saludar adecuadamente o aprender a escuchar de manera activa (y no mientras se mira al ordenador).

martes, 21 de julio de 2015

El NHS, la cultura hospitalaria de lunes a viernes y twitter


El secretario de salud británico, Jeremy Hunt, desató la polémica hace unos días con unas declaraciones sobre que en los hospitales se tiene que trabajar al mismo ritmo de lunes a domingo y acabar con la “cultura de lunes a viernes” que según el tiene consecuencias trágicas para los pacientes. Parece ser que hay datos concluyentes que ponen de manifiesto que si un paciente ingresa un domingo en el hospital tiene mas posibilidades de mortalidad que ingresando un miércoles, por ejemplo. El problema de todo, entre otros muchos, parece ser la falta de consultores (médicos especialistas) los fines de semana.
 
El problema, es un viejo conocido en todos los lados, horas extras, guardias mal planteadas o inexistentes, falta de inversión en servicios de urgencias etc... Al final una lucha de titanes que tiene enfrentados a la asociación médica británica y las autoridades sanitarias.
 
Al hilo de todo esto se ha producido un aluvión de tweets y selfies de los profesionales sanitarios británicos bajo el hashtag #ImInWorkJeremy en contra de las palabras de Jeremy Hunt y ha vuelto a poner a twitter como escenario de una batalla campal sanitaria, situación de la que se hace eco hasta el mismísimo British Medical Journal en su artículo Doctors take to twitter to refute hunt´s claim that NHS has weekday working culture”.

martes, 14 de julio de 2015

¿Deberían los médicos recomendar homeopatía?

Para los que les guste el polémico tema “homeopatía”, ha salido publicado hoy en British Medical Journal un artículo muy interesante sobre ¿deberían los médicos recomendar homeopatía? (Should doctors recommend homeopathy?)

En él se exponen dos puntos de vista contrarios, justificados con su correspondiente evidencia científica. 
Por un lado el Dr. Fisher que viene a concluir que la homeopatía es segura, popular entre los pacientes, mejora los resultados clínicos sin aumentar costes e incluso reduce la utilización de otros medicamentos, incluido los antibióticos. Por su lado el Dr. Ernst concluye que utilizar la homeopatía no está justificado, sus beneficios no superan los riesgos y sus costes, haciendo hincapié en el coste oportunidad de la opción es considerable.

Una lectura interesante y recomendable que nos acerca un poco más a este mundo tan opaco de la homeopatía. Sin querer manifestarme en una u otra postura, ya lo he realizado con anterioridad en algunos posts que cada uno saque su propia conclusión. 

Una vez más la polémica está servida.

jueves, 9 de julio de 2015

Gestor outsider



En estos tiempos tan convulsos y de tantos cambios, parece que se ha puesto de moda el gestor outsider. No tienen mucha experiencia en el sector público, ni siquiera en otros, aunque parecen tener buena formación. Suelen ser bastante jóvenes y les mueve el impulso de intentar hacer las cosas de otro modo.

En mi corta trayectoria he conocido ya a unos pocos. Puedo hablar de algunos bien, de otros peor, pero sigo admirando el querer explorar otros caminos, el no importarles el qué dirán o el demostrar que otra forma de hacer las cosas es posible. 

Suelen ser incomprendidos, admirados, odiados o quizás ambas cosas a la vez, pero en cualquier caso bastante necesarios para avanzar.

miércoles, 8 de julio de 2015

¿Quién tiene que autorizar el acceso a un medicamento?



La polémica está servida hace tiempo. Medicamentos con indicación aprobada pero que se estima que empiecen por otras medidas por el elevado precio del primero. Medicamentos con indicación aprobada que directamente no se aprueba su utilización en el centro, se supone que por motivos de coste-eficacia. Medicamentos con indicación aprobada pero sin financiación por el sistema nacional de salud que deja a pacientes en un “limbo” de accesibilidad. Medicamentos de nueva aparición, pendientes de valoración en comisiones, protocolos, guías…y que acaban dormidos en algún despacho, bajo solicitudes en papel. Medicamentos cuya utilización se aprueba en algunas comunidades y no en otras, en algunos hospitales y no en otros. Medicamentos, como casi todo en la vida, que nacen con estrella y otros que nacen estrellados.

En cualquier caso la pregunta es, ¿quién tiene que autorizar el acceso a un medicamento?. ¿Con la aprobación del ministerio y el criterio médico es suficiente? ¿Una comisión clínica de especialistas?. ¿Un consejero?. ¿Un gerente?. ¿Un director médico?. ¿Un servicio de Farmacia?...

El caso es que en los últimos meses no hago más que recibir reclamaciones y cartas de asociaciones o pacientes “solicitando” la autorización de medicamentos, “pidiéndome ayuda” o “apelando a mi conciencia”.

Tengo claro que “somos” (al fin y al cabo represento a un servicio clínico) el último eslabón de la cadena. Pero también tengo claro que esto no funciona bien, el acceso a medicamentos no es equitativo, ni ágil. Y muchos pacientes, algunos de manera justificada, otros no, han dejado paso a lo que podríamos denominar el lamentable síndrome “quiero mi sovaldi” que tanto hemos visto en la tele.

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Estamos contentos con nuestra sanidad?



Ayer se presentó el baremo sanitario 2014 donde queda reflejada la opinión global que la población tiene sobre el sistema sanitario. La nota global de satisfacción es de 6,31 sobre 10. De primeras parece algo escasa, pero más o menos es parecida a la de otros años donde el rango se ha movido entre 5,94 y 6,54 puntos. Por supuesto diferencias entre comunidades autónomas, están los notables de Navarra y Aragón, por encima de 7 o los aprobados por los pelos de Extremadura (5,99) –ejem,ejem - o Canarias (5,55).

Es interesante echarle un vistazo, ver como la atención primaria sale por encima que la especializada y como en general, la población elegiría siempre un centro público para ser atendido, menos cuando hablamos de rapidez de atención y confort de instalaciones.

En cuanto a los medicamentos el 65% piensa que el nuevo sistema de prestación farmacéutica debería contemplar más tramos para que las aportaciones de pago de medicamentos sean más acordes con el nivel de la renta. Existe también un indicador que hace alusión a las limitaciones en el acceso a medicamentos, donde el 4,5% de pacientes manifiestan que han dejado de tomar algún medicamento porque era muy caro. (En ningún momento estamos hablando de acceso a medicamentos hospitalarios, esto sería harina de otro costal).

Una última cuestión para reflexionar, a la hora de preguntar qué confianza le merece la información sobre medicamentos que le puede proporcionar el profesional sanitario, el médico está muy por encima que el farmacéutico (médico mucha confianza 61,2% vs farmacéutico mucha confianza 32,7%), aunque por encima de enfermería (mucha confianza 24,6%). Esto último tendríamos que” hacérnoslo mirar” los farmacéuticos, como decía aquel.