Pestañas

domingo, 28 de junio de 2015

Pobre pero sexy


Tener un rato para escribir la tarde de domingo y no querer hacerlo de medicamentos, sanidad, enfermedades o costes es algo que hacía tiempo que no me pasaba.

Muchas cosas que decir, muchos temas pero hoy quiero escribir sobre un concepto que me parece toda una filosofía, una forma de ver la vida, casi una religión. Va más allá de una simple afirmación y es que muchas personas, ciudades, equipos, incluso objetos son “pobres pero sexys”. Ya se que la expresión es la definición que un alcalde hizo de Berlín, ciudad que me fascina y donde di la bienvenida a este sobresaltado 2015, pero es sobretodo una declaración de intenciones que siempre me ha perseguido y he admirado.

Es no tener mucho, pero conseguir todo. Es vivir mucho y necesitar poco. Querer disfrutar de la belleza de las cosas, sabiendo que las mas bellas apenas cuestan nada. Es construir un equipo, un servicio o un departamento de la nada. Es descubrir un libro o una canción desconocida que te transporta a un viaje sideral de emociones y sentimientos. Es que gane la liga alguien que no sea el Madrid o el Barsa (si es el Atlético de Madrid mejor). Es que no te lo pongan fácil, pero luchar y conseguirlo. Pasear por algún barrio o ciudad que no conocías y descubrir que hay belleza en muchos rincones, muchas veces cercanos, de los que nadie te había hablado.

Cáceres, es un poco así, está claro que dista mucho de ser Berlín. Tiene una tasa de paro en torno al 30% y unos presupuestos económicos bastante discretos. Pero realmente es una ciudad que engancha. Perderte por las calles de la zona monumental un día entresemana por la noche es una maravilla. Ver teatro clásico o música entre escenarios mediavales, románicos o arabescos es increíble. Comerte un bocadillo en las escaleras del ayuntamiento, en buena compañia un domingo noche, viendo el trasiego de gente de la Plaza Mayor un pequeño placer. Pobre, pero sexy.

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