A falta del deseado nuevo hospital, situado a las afueras de
Cáceres y con diseño “plano”, como suelen ser todos los nuevos. Mi hospital
actual es de los antiguos, de esos que están cerca del centro de la ciudad y
del casco histórico, de los que están realizados “ a lo alto”, ocho plantas.
Esto
tiene sus inconvenientes, poco aparcamiento y algunas instalaciones obsoletas y
poco vistosas. Pero también tiene algunas ventajas, vistas bastante atractivas
y ese aire bucólico y acogedor de sus pasillos.
Estas son las vistas desde una de las azoteas del hospital
(ver foto), esta misma mañana. No es raro ver cigüeñas custodiando el hospital,
a modo de implacables vigilantes.
La vida, la muerte, el amor, el odio, la
tristeza y la alegría suelen pasar por aquí y conviven entre batas y pijamas de
color blanco y verde.
La verdad es que al final le coges cariño y esto parece tu
casa. Al fin y al cabo te pasas casi media vida aquí.
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