Pestañas

jueves, 24 de enero de 2013

Un grito al viento


A los que os asomáis por aquí de vez en cuando, os habréis dado cuenta que últimamente ando algo “intimista”. Lo siento porque se, según me habéis comentado algunos, que leéis el blog para estar al día de lo que pasa en la profesión. Ya volveré a tocar temas de actualidad, pero esa es solo una pequeña parte de este blog. Recuerdo que este espacio no es un blog institucional, ni profesional, es simplemente personal.

Ahora que ando envuelto en algunos proyectos “internautas” de carácter oficial, la pregunta clásica que te hace la gente que se dedica a esto profesionalmente es: ¿Cuál es el objetivo, cuales son los target?.  Todo esto me ha hecho reflexionar sobre el objetivo de este blog que nació hace ya casi tres años, casi de forma experimental.

Creo que los objetivos son difusos. Para mi un blog al fin y al cabo es crear, es transmitir, es una manera de expulsar sentimientos y emociones. Reconozco que muchas veces soy poco explícito, pero si sabes leer entre líneas encontrarás todo, al fin y al cabo lo evidente es bastante aburrido. Un blog es “tu pequeño rincón”, con la ventaja e inconveniente de que queda abierto a todo el mundo. Recuerdo en un congreso de la blogosfera que una compañera que no conocía de nada me dijo “me gusta tu blog, se nota cuando estas alegre o triste”. Y en cierto modo ese es uno de los objetivos del blog, “expulsar” tus sentimientos como quien lo hace a un psicoanalista.

Podría estar divagando muchas líneas pero no es mi intención, por aquí me gustan las cosas sencillas. Lo siento por la típica pregunta de los “Social Media”, no sé bien cuál es el objetivo de este blog, solo sé que de vez en cuando  me gusta hablar de lo que me inquieta de la profesión y otras veces sentirme como “un poeta en la intimidad.”

Por cierto si os preguntáis que significa el título de este post: “Un grito al viento”. Os diré que son las palabras que creo mejor definen a este blog. Que es el título que le puse a un pequeño libro de poemas que escribí en 1995 y todavía conservo, ya ha llovido desde entonces.  Libro que diera formato mi padre, en ratos libres cuando trabajaba en el Ministerio. Padre, que por cierto, es uno de los lectores asiduos de este blog. Es lo que tienen estas cosas...

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