Si en el ámbito literario se conoce como 'negro' o 'escritor fantasma' al auténtico autor de un texto que después firma otra persona, en la investigación biomédica puede darse un fraude similar: primero se prepara un informe científico en el que se destacan determinados resultados, y después se busca a investigadores profesionales que impriman su firma sobre el artículo, con el fin de simular que se trata de un trabajo independiente realizado por expertos.
Esta forma de publicación, conocida como autoría invitada ('guest autorship'), no sólo constituye una violación de los estándares éticos de la investigación, sino que también podría ser ilegal en EEUU, país líder en edición de artículos médicos y científicos. Sin embargo, esta práctica está extendida e incluso comienza a ser habitual, según denuncian algunos expertos, existen autores e incluso empresas que ofrecen sus servicios como 'negros', es decir, son especialistas en redactar desde el anonimato informes científicos; también hay compañías de marketing -o departamentos dentro de las farmacéuticas- que planifican los plazos y el modo en que se presentará un resultado.
El problema no es tanto que los resultados sean falsos, sino que la 'autoría fantasma' debilita los fundamentos de credibilidad e integridad en los que debería asentarse la publicación de resultados científicos, y más aún en el caso de estudios farmacológicos en los que está en juego la salud de los pacientes.
(Leído en El mundo)
A los que estamos en “el meollo” no nos suena a nuevo, pero está bien que la opinión pública empiece a saber estas cosas.
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