Para Ignacio Álvarez de Mon, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, la empresa contemporánea está valorando más las actitudes que las aptitudes.
“Frente a la experiencia profesional y a los títulos académicos, que también son importantes, se están primando aquellas cualidades que tienen que ver con las vivencias y con el carácter de la persona, como tener empuje, ser optimistas y ser resistentes al fracaso”.
“el ideal de las empresas es contar con empleados creativos, que sepan pensar de forma alternativa, que tengan esa intuición que da la calle, pero que al mismo tiempo estén formados. Y cuanto más mejor”.
Para Stephen C. Lundin, director del Instituto para la Creatividad y la Innovación de la Universidad de St. Thomas, la apuesta por la creatividad y por la innovación trae un doble beneficio, ya que son “el motor de crecimiento para las empresas y el elemento esencial que nos lleva a una vida satisfecha. Nosotros, como personas, nunca estamos más vivos como cuando estamos creando”. Así, la creatividad y la innovación son la garantía para un futuro mejor.
Y por concluir, el inigualable Albert Einstein:
“En tiempos de crisis la imaginación es más efectiva que el intelecto”
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