Pestañas

martes, 23 de noviembre de 2010

Arrimar el hombro


En tiempos de crisis donde las inversiones y el personal escasean, donde lo más fácil es hacer las cuatro cosas de rigor e irte para casa, donde la actitud más corriente ante los problemas de gente acomodada profesionalmente es: ¡a mi plin!, donde mirar a otro lado es denominador común y la tendencia es quejarse por todo.

En estos tiempos también hay gente que opta por arrimar el hombro, que no le importa hacer cosas adicionales sin quejarse ni pedir nada a cambio, que piensan en solucionar problemas, en construir y en actuar.

Al final, como decía un buen amigo, es cosa de números, en el denominador se encuentran los primeros, en el numerador los segundos, del resultado está buena parte del éxito de un equipo, servicio u hospital. Acabo de leer en un tweet un proverbio asiático que bien representa esto: “Cuando empieza a soplar el viento, algunos corren a esconderse mientras otros construyen molinos de viento.”

Pero este post está dedicado a los del numerador, a los que piensan en “hacer molinos de viento”, quiero pensar que somos mayoría.

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