Cuando nada sucede, y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frio oxida el borde de los ríos y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas, como susurros que dispersa el viento;
entonces, ya se sabe, es lo que pasa:
esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente y de desesperanza.
No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan solo es lo que dije: lo que pasa.
- Ángel González
te olvidaste de los resfriados, los dolores de garganta y la subida de ventas en leche y miel, jjajaa
ResponderEliminara ver si nos hacéis una entrada de remedios de la abuela..jajja
Creo tendría su punto abrir una sección de remedios de la abuela, a lo mejor tiene exito y todo. ;-)
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