Desde hace unos años venimos hablando de un nuevo factor a tener en cuenta en la selección de medicamentos, añadido a los clásicos efectividad, seguridad y coste, es la conveniencia.
La prescripción razonada distingue dos procesos diferenciados según la Guía de la buena prescripción de la O.M.S.:
1- Proceso de selección de medicamentos para un determinado problema de salud; la conveniencia es un criterio de selección.
2- Proceso de adecuación de esa selección a las características propias del paciente
¿Qué es la conveniencia del tratamiento?
Es la aceptabilidad del tratamiento y tiene que ver con el conjunto de propiedades que facilitan el cumplimiento de los tratamientos. Características del medicamento relacionadas con la administración, posología, disponibilidad, aceptabilidad por el paciente o incluso la aceptabilidad por el médico y el servicio de farmacia.
Varía según el paciente se encuentre hospitalizado o en el medio ambulatorio.
Condiciones importantes de la conveniencia del tratamiento respecto del paciente:
• Vía de administración
• Características de la forma farmacéutica
• Posología
• Duración tratamiento
• Manejo del dispositivo de administración
• Condiciones de almacenamiento
• Necesidad de monitorización (farmacocinética, parámetros bioquímicos)
Condiciones importantes de la conveniencia del tratamiento respecto del personal sanitario:
• Existencia de envases de tamaño acorde a la duración del tratamiento (antibióticos)
• Presentación en dosis unitarias
• Necesidad o no de reconstitución (inyectables)
• Disponibilidad de envase clínico
• Condiciones de entrega del laboratorio
¿Qué es la adecuación del tratamiento?
• Comprobar si el medicamento es adecuado para cada paciente particular
• Considerar las circunstancias del paciente que podrían modificar la selección del medicamento realizada previamente: contraindicaciones, interacciones, dificultades para la administración, necesidad de reducción de dosis…
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